"Ésta es la vaca, hay que ordeñarla todas las mañanas para que produzca leche y a la leche hay que herviría para mezclarla con el café y hacer café con leche. Así continuaron viviendo en una realidad escurridiza, momentáneamente capturada por las palabras, pero que había de fugarse sin remedio cuando olvidaran los valores de la letra escrita."

Cien años de soledad, Gabriel García Márquez.

PLAN DE HÁBITO LECTOR

miércoles, 5 de febrero de 2020

CLUB DE LECTURA ÚRSULA IGUARÁN. CARTAS DE AMOR.

Estimados macondovisitantes:

Hoy, 5 de febrero, en el Club de Lectura, hemos realizado un taller de radio, a través de la plataforma Spreaker, con el fin de leer las distintas cartas que han elaborado los alumnos del club. El tema principal de estas cartas es el amor.

Espero que os guste.
Atentamente,
El Equipo de Biblioteca Macondo.

Escucha"Episodio 10 - Cartas de amor." en Spreaker.

 Os dejamos con dos de los textos elaborados por compañeros  pertenecientes a nuestro Club de lectura.Son muchas las cartas que nos habéis enviado; os felicitamos y os damos las gracias por vuestras importantes colaboraciones.¡Animaos a seguir participando!

  • Yasmin Tahriou (alumna de 3ºESO):


Carta al club de los incomprendidos
Ella estaba soñando
Ella sintió esa magia tan suya que nadie entendía y nos volvía tan locos.
Ella dudó, las mejores cosas siempre pasaban sin pretenderlas.
Ella eligió hacer elecciones valientes todos los días.
Y cuando despertó, comprendió que:
ella siempre lo hizo, ella siempre escogió el amor, ella siempre escogió la aventura.



  • Lina, alumna de 3º ESO
¡Querido Sol!:

Hoy te escribo para que sepas que me enamoré de tu luz, de que hay alguien que te ama de verdad. ¿Sabes lo que se siente al estar detrás de una persona siendo su sombra y cuidándolo en la oscuridad? Bueno no puedo enseñarte mi dolor, pero te puedo decir que duele mucho. Siempre estoy a tu sombra, asustada de que si algún día miras a la oscuridad, te arrepientas de haber sido el motivo de mi sonrisa. Yo soy una flor que necesita de tu luz, pero nunca me la das. Siempre me das la espalda, dándome oscuridad. Me duele ver como tu luz hace florecer a otras flores y a mí me haces marchitar. No te voy obligar a que te enamores de mí, eso no se elige, te lo digo yo que nunca tuve intenciones de enamorarme de lo imposible y sé nunca llegarás a amarme como yo lo hago. Sigue brillando, mi querido Sol, algún día mirarás atrás y me verás observándote mientras se me caen los pétalos. Uno no debería llorar por nadie, pero por ti vale la pena sufrir. Tal vez ese es mi problema, que nunca seré capaz de buscar otra luz. Si supieras todo lo que siento por ti me entenderías... Por favor baja cinco minutos del cielo y enséñame a brillar como tú. 


Adiós, mi querido Sol.



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